Julia Chanourdie es la tercera mujer en escalar el grado 9b

El 7 de noviembre, la embajadora de La Sportiva Julia Chanourdie encadenó Eagle4, en el sector francés de Praniania en Saint Léger, convirtiéndose en la tercera mujer del mundo en escalar el grado 9b.

Julia Chanourdie es la tercera mujer en escalar el grado 9b

Unirse al club de los escaladores del 9b no es algo cotidiano. Pero el pasado 7 de noviembre fue uno de esos días especiales donde ocurre la magia. Escaladora francesa nacida en 1996, calificada para representar a su país en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Julia Chanourdie nos ha demostrado que en la escalada es posible sobresalir tanto en indoor como en roca, completando “Eagle4” en el sector francés de Praniania en Saint Léger. Con este impresionante resultado, Julia se convirtió en la tercera mujer del mundo en escalar el grado 9b, y la hemos escuchado para descubrir más sobre esta hazaña icónica.

 


¿Cómo te sentiste el día que encadenaste la vía?

¡Obviamente, estaba en el séptimo cielo! Todo fue tan rápido que me tomó bastante tiempo descubrir qué sucedió. Creo que incluso hoy, varios días después, todavía me estoy dando cuenta de que algo loco, algo que hasta hace poco parecía inconcebible, realmente sucedió…

El sábado me desperté motivada en mi furgoneta. Completar la vía parecía posible, pero no “una cosa real”, al menos no ese día. Había hecho un buen intento el día anterior, y no podía esperar a volver a intentarlo, pero la verdad es que cuando abrí los ojos no había considerado la idea de poder encadenar mi primer 9b.

Como de costumbre, comencé mi día escalando otras rutas. Suelo subir dos o tres vías distintas antes de dedicarme a mi proyecto. Me gusta tener que esforzarme un poco antes de lanzarme a algo particularmente desafiante. Fue así como ese día logré encadenar “Autant suspender mon vol”, 8b, que había probado a vista el día anterior.

Me sentí lo suficientemente calentada y motivada para cambiar a “Eagle4”. En los tres primeros intentos me caí al inicio de la ruta, consiguiendo encadenarla en el cuarto intento desesperado. Antes de dar el cuarto pegue pensé que era suficiente para ese día, que estaba demasiado cansada para volver a intentarlo. Tuve que reunir toda mi motivación antes de comenzar. Pero tan pronto como superé el primer movimiento, una de las partes más difíciles para mí, todo fluyó de forma natural. Hacía un poco más de frío que los intentos anteriores, lo que ayudó, y estaba muy decidida y seguí concentrándome en un movimiento a la vez.

Al llegar al reposo de después de la primera parte, aquella de cual la vía toma su grado, tuve que recuperarme por completo para poder continuar con la segunda parte, calificada de 8b y caracterizada por un desplome masivo justo en el medio que tiende a poner bastante nervioso. Así que tuve que estar súper concentrada para afrontar el paso y continuar administrando adecuadamente mi esfuerzo hasta la reunión, alternando entre fases de progresión y descanso.

¿Cómo describirías la vía?

Eagle4 se puede dividir en dos partes. La primera parte es la que da el grado. Es bastante corta, pero muy intensa, compuesta por dos breves secuencias de potencia con presas traicioneras. En cambio, la segunda parte es más larga, de un grado alrededor del 8b, y avanza de forma no lineal, casi sinuosa. Esa parte no es en absoluto trivial de escalar porque es una sucesión de movimientos enérgicos, casi de boulder, que se alternan con pasajes más fluidos y fáciles. Un movimiento en particular me puso muy nerviosa, es un salto desafiante, donde las posibilidades de caer son altas. Físicamente hablando es, sin duda, la escalada más dura que haya hecho nunca.

En comparación, “Supercrakinette” (Nota del editor, un 9ª+ del mismo sector que Julia ha escalado recientemente) fue una conquista dura, una batalla que se jugó principalmente a nivel mental, mientras que Eagle4 fue más una cuestión de potencia, resistencia muscular, fuerza, agarre y nervios fuertes.

La Sportiva

Del descubrimiento a la escalada: ¿cuál es tu historia con Eagle4?

Primero miré sus movimientos en septiembre. Pude hacer todos los movimientos de la parte inferior del cuerpo la primera vez que probé la ruta. Entonces, me tomé mi tiempo y revisé el resto de la ruta, que a pesar de que era más fácil sobre el papel, era aún bastante intimidante. En total, el proceso me llevó diez días de trabajo en la vía. Me doy cuenta de que parece poco tiempo, por lo que todavía me resulta difícil darme cuenta de lo que he hecho. Pero también sé que estoy en excelentes condiciones estos días, que me va bien en los entrenamientos y también en las vías. Además, el estilo de la escalada se adaptaba bien a mis características, ya que se trata de potencia, fuerza de agarre y corta duración.

A finales de octubre me enteré de que la selección francesa no iba a los campeonatos de Europa, así que cambié de planes y decidí volver a Saint Léger y pasar un tiempo allí. Las condiciones no eran las mejores y algunas presas seguían mojadas, así que decidí esperar para poder probar la ruta correctamente. Antes de eso, era difícil para mí encontrar la motivación o el estado de ánimo adecuado para la realización del proyecto.

Después de terminar Supercrackinette (9ª+), decidí apuntar a Eagle4. Era el paso lógico, y haber visto la repetición de Hugo Parmentier el pasado mes de enero me ayudó aún más, aunque nunca pensé que conseguiría realizarla tan pronto.

Los primeros intentos encendieron una chispa dentro de mí, y cuanto más me familiarizaba con la vía más sentía que el proceso podría continuar rápidamente. El 9b se convirtió en un objetivo más tangible después de desbloquear los movimientos individuales.

Llegados a este punto, no sé cuál fue la clave del éxito. Hice pequeños avances, siempre tomando los tiempos necesarios para desconectar, y luego fue solo cuestión de tiempo… y, por suerte, ¡todo fue muy rápido!

¿Qué pies de gatos usaste?

Cuando puse un pie en la roca de Eagle4 no tuve dudas sobre que pies de gato usar: La Sportiva Katana Laces, que es mi producto favorito absoluto para la escalada al aire libre: limpio, simple y eficiente. Incluso con agarres de pies particularmente duras en el Eagle4, no quería usar otros pies de gato.

¿Cómo gestionas tu vida competitiva con la escalada al aire libre?

Siempre he soñado con viajar por el mundo para escalar, conocer nuevos lugares y probar las rutas más desafiantes, pero por ahora tengo que hacer malabares con la escalada deportiva en sectores nacionales y las competiciones, respetando los tiempos y los movimientos que tengo que seguir por motivos competitivos, que de momento tienen prioridad de cara a los Juegos Olímpicos.

Pero por ahora estoy contenta con cómo logro equilibrar los dos. Puedo divertirme yendo a paredes al aire libre, que es mi pasión y mi recarga, además de ser una parte importante de mi preparación para las competiciones. Siempre he necesitado este equilibrio entre escalda interior y exterior. Superar mis límites en la roca es una parte integral de mi entrenamiento como atleta. Me encanta tener estos proyectos difíciles, me encanta el desafío y lo que tengo que hacer para cumplirlos. Creo que la motivación que estos proyectos pueden darte es una de las mejores formas de fortalecerte cuando compites.

Este año, debido a la pandemia de Covid-19, pude dedicar más tiempo a la escalada en roca, y tuve el coraje de probar rutas aún más difíciles, aprovechando la estela de la excelente preparación y los éxitos logrados en rocódromo el año anterior. Todos tuvimos que adaptarnos cumpliendo plenamente las reglas impuestas y tuvimos que afrontar fuertes cancelaciones, pero la escalada al aire libre me salvó incluso en esta situación, sobre todo en el aspecto motivacional.

¿Última nota?

En primer lugar, me gustaría agradecer a todas las personas que me ayudan y me apoyan en mi vida como escaladora. Espero que mis éxitos y mi historia puedan inspirar a algunas personas a seguir creyendo y haciendo lo que aman.

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